Se trata de Ramiro Gonzales, un hombre de 39 años que está encarcelado por el asesinato de un adolescente en 2001. Los expertos explicaron que era un “candidato perfecto” porque su tipo de sangre no era común entre las personas.
Como es sabido, existen algunos estados de Estados Unidos en donde la pena de muerte es legal y se practica para algunos casos de presos que han cometido crímenes graves, como por ejemplo homicidios.
Este es el caso de Ramiro Gonzales, un hombre de 39 años que lleva más de una década encerrado por el asesinato de un adolescente en Texas, Estados Unidos, en 2001. Debido a este crimen, Ramiro fue condenado para ser ejecutado mediante inyección letal el 13 de julio de este año.
Sin embargo, reportes recientes del New York Post, informaron que sus abogados apelaron retrasar la ejecución un mes para que Ramiro pudiera ser considerado un donante vivo.
Para eso, la defensa de Ramiro se comunicó con el gobernador Greg Abbott y solicitaron a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas una suspensión de 6 meses de la inyección para que pueda concretarse la donación de riñón.
De hecho, el clérigo judío Michael Zoosman escribió una carta en apoyo a Ramiro y aclarando que su decisión de donar un órgano no es únicamente para aplazar su ejecución, sino que para obtener tranquilidad en su conciencia.
“No tengo ninguna duda de que el deseo de Ramiro de ser un donante altruista de riñón no está motivado por un intento de última hora de detener o retrasar su ejecución. Iré a mi tumba creyendo en mi corazón que esto es algo que Ramiro quiere hacer para ayudar a que su alma esté bien con su Dios“, escribió el clérigo.
Desde el equipo de abogados explicaron que un equipo de transplantes de la Universidad de Texas, que estudió el caso del preso de 39 años, lo definió como un “candidato excelente” para donar su riñón, ya que tenía un tipo de sangre que no era común entre las personas.
A pesar de que ya hubo una petición de la misma índole que fue rechazada por la justicia a principios de 2022, los abogados creen que ahora podría haber una excepción. La decisión se tomará en un juicio federal que está programado para esta semana.