El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró estado de excepción en cuatro provincias del país, debido a las protestas que se han desarrollado desde el 13 de junio.
La medida estará vigente en las provincias de Azuay, Imbabura, Sucumbíos y Orellana durante 30 días por «grave conmoción interna».
«Esta decisión tiene el objetivo de recuperar el orden público, controlar situaciones de violencia, proteger áreas reservadas, asegurar la provisión de medicamentos, gases medicinales, oxígeno para hospitales y clínicas, combustibles y alimentos, y la integridad de la ciudadanía», informó el gobierno a través de un comunicado.
Además, se establece como zona de seguridad toda el área de influencia que comprende las zonas en donde se encuentran los campos hidrocarburíferos de explotación.
«Entre las medidas en el marco del estado de excepción, se restringirá la libertad de tránsito en Azuay todos los días», dice el informe.
En paralelo, se suspende el derecho a la libertad de asociación y reunión «de aquellas manifestaciones que incurran en hechos violentos».
Sin embargo, se permitirán las protestas pacíficas, junto con otras actividades que no causen conmoción interna. Asimismo, «los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley deberán observar el estándar del uso progresivo de la fuerza y los principios aplicables», según el decreto.
Desde el inicio de las protestas, el presidente ecuatoriano ha emitido dos decretos en los que declara estado de excepción por «grave conmoción interna».
El primero fue el 455, firmado el 17 de junio, mediante el cual se estableció la medida para las provincias de Pichincha. Por otra parte, el 25 de junio, mediante el decreto 461, se puso fin al estado de excepción.