Conductores de rapiditos de la ruta siete que recorre desde la 33 calle hasta el hospital Mario Catarino Rivas, San Pedro Sula lamentablemente paralizan sus operaciones ya que se encuentran con temor luego que desconocidos llegaran a su lugar de trabajo a amedrentarlos.
Testigos tras cámaras comentaron que les están exigiendo el pago de extorsión para que ellos puedan seguir operando.