La selección de Ucrania, que no se juntaba desde el inicio oficial del conflicto bélico sobre su territorio a finales de febrero, derrotó ayer al Borussia Mönchengladbach 2-1, en un partido benéfico organizado en la ciudad alemana.
Los miles de espectadores presentes ondearon banderas ucranianas y se unieron a los jugadores para lanzar un mensaje de apoyo al país atacado por Rusia el 24 de febrero. Los ingresos del partidos serán destinados a asociaciones de ayuda a los civiles ucranianos.
«Este partido es muy importante, para nuestro equipo y para nuestro país», afirmó el antiguo internacional ucraniano Andreiy Voronin, que comentaba el partido para la cadena alemana ProSieben: «Sentimos que no estamos solos, el mundo entero está detrás de nosotros».
Desde el punto de vista deportivo, este regreso no carecía de importancia para Ucrania, aunque muchos de sus jugadores más importantes no habían sido liberados por sus clubes.
El combinado amarillo y azul debe aún jugarse la clasificación al Mundial-2022 en una semifinal del repechaje contra Escocia el 1 de junio, antes de una eventual final contra Gales el 5 de junio.
