La situación llamó la atención de las maestras. El viernes por la tarde, un grupo de niñas de un jardín de infantes de Michigan, Estados Unidos, se descompuso.
Era la hora de la merienda y todas presentaban los mismos síntomas: estaban mareadas y tenían náuseas y vómitos.
¿Qué pasó en el jardín de infantes?
El hecho tuvo lugar en el kinder de la Grand River Academy, en la ciudad de Livonia. Durante la tarde, dos pequeñas alumnas le dijeron a los docentes que estaban a cargo del grado que sentían mucho malestar.
Al principio, las autoridades no sabían qué podría haber pasado. Sin embargo, a los pocos minutos la verdad de la situación quedó al descubierto.
La niña llevó en su mochila una botella de plástico de tequila José Cuervo premezclado. Foto: ilustrativa
Una de las nenas de la clase había llevado en su mochila una botella de plástico de tequila José Cuervo premezclado, el que se utiliza para preparar el famoso trago «Margarita», y tiene una graduación alcohólica de 38,5 grados.
La pequeña lo compartió con sus compañeritas, que rápidamente lo aceptaron pensando que era jugo, indicó Fox 2 Detroit.
«Se sintió mareada», contó Dominique Zanders, la mamá de una de las niñas. Por su parte, Alexis Smith, madre de la otra, indicó que su hija tomó cuatro o cinco sorbos del licor y que la pequeña que lo había llevado a la escuela sí sabía que se trataba de una bebida alcohólica, reportó el sitio RT.
“La niña lo vertió en su taza y se lo bebió; luego, le terminó diciéndole a mi hija qué era, y ella fue y le contó a la maestra que había licor en la taza pero la docente sólo le puso una cara graciosa”, describió Zanders.
Por supuesto, las madres no culpan a la pequeña que llevó la bebida al kinder, sino a sus padres y el personal del centro educativo por permitir que sucediera, afirmó el medio.
Para Smith, los padres de la nena deberían haberle enseñado que esa bebida «no es para niños». «Si su hijo sabe lo que es, no tiene nada de malo. Pero debe saber que no debe tocarlo», recalcó la mujer.
La otra madre, sumó, también que «no está segura de si la escuela tiene poco personal o lo que sea», pero que de cualquier forma aquello «no debería haber sucedido».
La respuesta de la escuela
El jardín de infantes informó que los profesores llamaron a los servicios de control de intoxicaciones cuando se enteraron de que los niños habían estado bebiendo alcohol y avisaron de inmediato a los padres.
«Si bien tratamos de vigilar todo lo que nuestros estudiantes traen a la escuela, eso simplemente no es posible. Es desafortunado que este tipo de bebidas para adultos puedan confundirse fácilmente con bebidas aptas para niños», compartieron en un comunicado.
Además, las autoridades confirmaron que las niñas estaban físicamente bien y que les aplicarían medidas disciplinarias al estudiante, si era necesario.
Pero tanto Smith como Zanders se negaron a eso y sostuvieron que son los padres de la niña los que deberían ser castigados.
«Si su hijo sabe lo que es, no tiene nada de malo, pero debe saber que no tiene que tocarlo», aclaró Smith, debe entender «que no es para niños».
