Un hombre presentó una demanda en contra de la compañía en la que trabajaba por ignorar su petición de no celebrar su cumpleaños. La empresa le pagó 450 mil dólares.
Celebrar una fiesta de cumpleaños puede parecer uno de los momentos más divertidos para la mayoría de las personas. Sin embargo, no para un hombre en Estados Unidos que decidió demandar a su empresa por organizarle una sin su consentimiento y, además, recibió millones de pesos por ello.
Kevin Berling es el nombre del sujeto en cuestión, quien presentó una demanda en contra de Gravity Diagnostics, un laboratorio médico que ignoró su petición de no celebrar su cumpleaños debido a su trastorno de ansiedad. La compañía le pagó 450 mil dólares, es decir, casi 9 millones de pesos mexicanos.
¿Qué ocurrió?
El individuo sufre de ansiedad, por lo que las fiestas de cumpleaños le generan estrés. La empresa médica en la que trabajaba suele celebrar el cumpleaños de sus trabajadores. No obstante, él pidió específicamente que no lo hicieran con el suyo.
«La persona responsable de las fiestas de cumpleaños con la que habló se olvidó rotundamente de su solicitud. Ella no lo hizo para ser mala, dijo que aceptaría la petición y simplemente se olvidó», dijo Tony Bucher, abogado de Kevin Berling al portal de noticias Link NKY.
El hecho ocurrió en agosto de 2019, cuando la empresa organizó la fiesta de cumpleaños y el demandante sufrió un ataque de pánico, por lo que salió de su oficina, fue a su automóvil y realizó técnicas de respiración antes de regresar a terminar su jornada laboral.
Recibió 450 mil dólares
Al día siguiente, la gerencia lo citó para hablar de su actitud, pues lo acusaron de «robar la alegría de otros compañeros de trabajo». Su abogado aseguró que en ese momento, Berling volvió a tener otro ataque de pánico. Ante esta situación, Kevin fue despedido. Su defensor alegó que su cliente fue discriminado por su trastorno y, tras dos días de juicio, así terminó el caso:
«Un jurado otorgó a Kevin Berling 450 mil dólares. 300 mil fueron por estrés emocional, 120 mil fueron para salarios y beneficios atrasados, y 30 mil fueron para pago adelantado«
Patricia Summe, jueza del tribunal donde se llevó a cabo el juicio, es decir, Kenton, Ohio (Estados Unidos), expresó a través de un comunicado que el hombre «pudo realizar las funciones esenciales de su trabajo con o sin adaptaciones razonables», pero «sufrió una acción laboral adversa debido a esa discapacidad».
