Preocupados por lo que podría causar una epidemia, además cansados de los olores nauseabundos que emanan de una supuesta laguna de oxidación autorizada y construida por personal de la Alcaldía Municipal del Distrito Central.
La laguna tienen como 20 metros de profundidad y unos 40 de diámetro y se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para las personas que viven a los alrededores.
Los pobladores hacen un llamado a las autoridades para que tomen las medidas necesarias y eviten que la situación se complique.