Marcelo Omar Urbano, de 58 años, se realizó dos pruebas de ADN que confirman que el multimillonario, Eduardo Lapania, es su padre. “Creo que ha hecho mucho daño a mi familia”, dijo.
Hay quienes pasan toda su vida sin conocer quienes fueron sus padres, ya que han vivido siempre engañados. Afortunadamente, con el pasar del tiempo la tecnología ha podido ayudar a esos casos y a través de pruebas de ADN las personas pueden saber su ascendencia.
Uno de estos casos se hizo conocido hace unos días cuando la Justicia de Córdoba, en Argentina, determinó que un albañil de 58 años, llamado Marcelo Omar Urbano era hijo biológico del importante empresario de Buenos Aires, Eduardo Lapania.

Según información de La Voz, el albañil vivió toda su vida con la duda de que podía ser hijo de este empresario, ya que su madre antes de morir se lo confesó.
“Ella nunca me mintió. Todo el mundo dudó cuando decía esto. Era muy difícil ser hijo de esta persona. A pesar de que estaba agonizando, en su último momento me repitió que era hijo de este hombre“, contó Marcelo.

El empresario era uno de los hijos de la familia en donde la madre de Marcelo trabajaba. Cuando quedó embarazada de él, en 1960, la despidieron y ella tuvo que hacerse cargo del pequeño junto con su madre.
Cuando Marcelo tenía 21 años conoció a su padre biológico en persona en un bar de Buenos Aires, pero él no lo reconoció. “Fui a Buenos Aires y rechazó ser mi padre“, dijo el albañil.

Pasó el tiempo y la familia de Marcelo lo motivó a acercarse más a su familia paterna. Ante el rechazo del empresario el albañil decidió hacerlo por la vía judicial y demandarlo por su paternidad. Así, se hizo dos pruebas de ADN que ratificaron que el empresario Eduardo Lapania es su padre.
A pesar de esas pruebas, y de la demanda por más de 880 mil dólares de Marcelo contra el empresario, éste último sigue sin reconocerlo.

Marcelo quiere ganar el juicio para que esto le pueda traer beneficios a su familia. “No creo que haya cambios para mí. Espero que haya cambios para mis hijos y nietos. Que tengan oportunidades que yo no tuve“, explicó.
Según el albañil, su vida habría sido muy distinta si es que su padre lo hubiera reconocido cuando era pequeño. “Habría terminado el primario y el secundario. Mi madre me entregó a mi abuela de muy pequeño porque no podía cuidarme por motivos de trabajo“, agregó.

“Tengo muchas cosas para decirle. Creo que ha hecho mucho daño a mi familia. No sólo a mi madre y a mi abuela. Aunque ponga el dinero que ponga, el daño es irreparable ya“, cerró el albañil.