Había avisado Carlo Ancelotti de que el regreso de Bale al Santiago Bernabéu era algo que tenía en mente. Y lo ejecutó. A falta de un cuarto de hora entró al campo para sustituir a Benzema. El francés se llevó una cerrada ovación; el galés, como era de esperar, fue recibido con una sonora pitada, que se repitió cada vez que tocaba la pelota. En la cara de Bale se dibujó una sonrisa al sentir una reacción que tenía asumida, porque es lo habitual desde hace tiempo.
Bale no jugaba en el Bernabéu desde febrero de 2020, cuando el Madrid cayó 1-2 ante el Manchester City (773 días). Sí jugó en Valdebebas, pero sin público en la grada. El último gol de Bale en Chamartín data de marzo de 2019, ante el Celta en el regreso de Zidane tras la destitución de Solari.
Antes del partido con el Getafe, Ancelotti expresó su deseo de que Bale se despida bien del Bernabéu para agradecerle sus goles, sus títulos y lo que ha contribuido en ese ciclo impresionante del Madrid entre 2014 y 2018. De momento, a pesar de que al final del partido aparecieron algunos aplausos, no parece que ese vaya a ser el final del camino de Bale en la casa blanca.
