Aunque muchos piensen que es un “trabajo soñado”, para Joshua Broome fue lo contrario y tras más de mil películas candentes, encontró en la religión la paz que buscaba.
Es normal pensar que trabajar con el cuerpo es un buen empleo, que paga muy bien y sobre todo, quita muy poco tiempo a las personas. Especialmente ahora, que gracias a aplicaciones como Only Fans las personas pueden producirse ellas mismas, sin necesidad de trabajar con otros.
Pues existe una exestrella de este rubro del cine para adultos que no está de acuerdo, nos referimos a Joshua Broome, mejor conocido como Rocco Reed.

Durante su carrera como hombre de las pornos, estima que apareció al menos en mil películas durante una carrera que le duró seis años contínuos. Sin embargo, no era tan feliz como las personas piensan que se puede llegar a ser e inclusive acusa a la industria de ser “dañina” con sus trabajadores.
Aunque esto sea algo más tabú, este señor tenía seguidores y cuando anunció su retiro como Rocco Reed en un comunicado, contó que tenía “trauma emocional” contraído en su ambiente laboral.

Y es que para este señor nunca fue un sueño ser estrella del cine para adultos, cayó en eso cuando viajó a Los Ángeles para convertirse en estrella de cine en Hollywood. Todo esto con 23 años y siendo mesero, cuando un grupo de mujeres le aseguraron que hacer videos XXX ayudarían a su carrera.
Lo que comenzó con un día, terminó convirtiéndose en docenas de escenas cada mes, siendo muy popular en la industria pero a costa de su felicidad.

“Gané más de un millón de dólares. Viajé a todos los lugares a los que quería ir. Tuve todo el sexo que podría haber imaginado. Pero una vez que lo tuve todo, mi vida se vino abajo, porque amplificó el dolor y el vacío que siempre sentí. adentro”.
–Joshua Broome comentó al New York Post–
Tras abandonar esta vida de desnudos, volvió a su natal Carolina del Norte, donde sentía vergüenza y esperaba que nadie lo reconociera. Trabajando en un gimnasio conoció a su esposa Hope, a quien le contó su anterior empleo y en vez de juzgarlo, lo acompañó a la iglesia.

Ahí se ha preparado en teología bíblica y varios años de casado, se convirtió en pastor de la iglesia bautista Good News en Cedar Rapids. Ahora no solo pregona la palabra de Dios, sino que cuenta a todos que la pornografía no es un gran trabajo como muchos piensan, intenta hacer de su experiencia una lección para todos.
