“Le he pedido a Dios que sea su voluntad, él tiene sus caminos y sus formas; pero estoy convencido que esta es una venganza por parte de los que tenían de rodillas a este país”, comenzó diciendo el exmandatario Juan Orlando Hernández minutos antes de conocer que el juez dio luz verde para su extradición hacia Estados Unidos.
Hernández avanzó diciendo que «entre cielo y tierra no hay nada oculto» y recalcó el hecho de que el sistema de justicia entre Honduras y Estados Unidos es muy diferente; «me sorprende como alguien con una simple expresión que repite lo que alguien más le dijo, que es una persona que ha asesinado a decenas de otras personas; vale más su criterio, que el criterio de lo que aquí en Honduras podría ser una prueba válida», mencionó.
Además, el exgobernante le pidió a periodistas, abogados y pueblo hondureño en general ser muy tenaces en estudiar su juicio y los hechos que lo provocaron.
«Hubieron acciones que la Policía no tuvo que haber hecho, se les pasó la mano conmigo, ojalá no lo vuelvan a hacer con ningún hondureño», dijo tajantemente.
