La devastadora invasión de Ucrania por fuerzas militares rusas iniciada hace una semana causó ya un millón de refugiados y miles de muertos, cuatro adultos y dos niños esta misma noche, mientras Occidente amplía sus sanciones a Rusia para tratar de detener los ataques ordenados por el Gobierno de Vladimir Putin.
Seis personas, dos de ellas niños, murieron esta noche por un bombardeo en la ciudad de Izium, en la región de Kharkiv, según informó el teniente de alcalde de la ciudad, Volodymyr Matsokin.
El ataque comenzó a las 23.59 hora local (21.59 GMT del miércoles) y alcanzó un edificio de varias plantas de apartamentos. En una de las casas fallecieron seis personas, dos de ellas niños, explicó el responsable municipal.
La capital regional, Kharkiv, la segunda mayor ciudad de Ucrania, fue objeto de ataques rusos desde primera hora de la mañana de ayer, después del desembarco de tropas aerotransportadas con misiles que impactaron en varios edificios estatales y una universidad.
El bombardeo provocó cuatro muertos y nueve heridos, según Kiev, que ha cifrado en más 2.000 los civiles muertos en ataques rusos desde el comienzo de la invasión hace una semana.
“Durante los siete días de la guerra, Rusia ha destruido cientos de infraestructuras de transporte, viviendas, hospitales y guarderías. En este tiempo han muerto más de 2.000 ucranianos, sin contar a nuestros defensores”, señaló el Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania en su página de Facebook.
El Ejército ruso avanzó el miércoles con intensos ataques en el sur de Ucrania, donde tomó el control de la ciudad de Jersón, de casi 300.000 habitantes, y donde prácticamente bloquea ya Mariúpol, así como en el este, donde asegura haberse apoderado en buena medida de la costa del mar de Azov.
Mientras, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en un nuevo videomensaje esta noche, afirmó que “cerca de 9.000 soldados rusos han muerto en una semana”.

