Las imágenes de las ondas de choque cósmicas más grandes jamás observadas han sido obtenidas en Sudáfrica por un equipo internacional de astrónomos, dirigido por el Observatorio de Hamburgo, según un comunicado de prensa publicado este miércoles.
Utilizando datos del radiotelescopio MeerKAT, los astrónomos han conseguido obtener imágenes de alta resolución de la onda de choque del cúmulo de galaxias Abell 3667, que se formó hace 1.000 millones de años. Gracias a estas imágenes podemos ver cómo eran las ondas hace unos 800 millones de años, cuando se produjo la colisión: la velocidad de la onda principal era de unos 1.500 kilómetros por segundo y su tamaño total era de 6,5 millones de años luz, 60 veces el tamaño de nuestra Vía Láctea.
Las colisiones de cúmulos de galaxias son unos de los acontecimientos astronómicos más interesantes desde la formación del universo: producen gigantescas ondas de choque cósmicos. Debido a la gravedad los cúmulos de galaxias se atraen unos a otros, lo que hace que choquen, produciendo gigantescas ondas cósmicas.
«Las ondas de choque cósmicas están llenas de sorpresas y son mucho más complejas de lo que inicialmente pensábamos», dijo el autor principal del estudio e investigador visitante en el Observatorio de Hamburgo, Francesco de Gasperin. «Actúan como aceleradores de partículas gigantes y aceleran los electrones casi hasta la velocidad de la luz […] Las ondas de choque están entrelazadas por un patrón intrincado de filamentos brillantes que rastrean la ubicación de las líneas gigantes del campo magnético y las regiones donde se aceleran los electrones», añadió.
Los hallazgos de la investigación, publicados en la revista Astronomy & Astrophysics, proporcionan una visión única de la estructura de las ondas de choque.