Claire Muffett-Reece, de 43 años, no recuerda cuándo tuvo a sus hijos ni los hechos históricos que han ocurrido desde hace dos décadas debido a la rara enfermedad que sufrió, pero ha salido adelante y retomado su carrera gracias a su familia.
Claire Muffett-Reece es una periodista de 43 años residente del condado de Essex (Reino Unido), y está casada con su esposo Scott, con quien tiene dos hijos. Una familia feliz que no se esperaba vivir una terrible experiencia luego de que un día Claire se fuera a dormir al creer que estaba resfriada.
Al día siguiente, que coincidió con el Día del Padre, no se movía cuando trataron de despertarla, por lo que la llevaron hasta el Hospital Broomfield de Chelmsford donde sufrió convulsiones y fue conectada a un respirador, como contó a The Sun.
Pese a la conexión, los síntomas siguieron y la preocupación en su familia creció. Tuvo que ser transferida a al Royal London Hospital para recibir mejor atención.
Fue sometida a varios exámenes y su diagnóstico no calmó a ninguno de sus cercanos. “Los neurólogos confirmaron que mi cerebro se encontraba inflamado debido a una encefalitis, probablemente causada por un virus que me había infectado. A Scott y a mis padres les dijeron que se prepararan para lo peor”, dijo la mujer a The Sun.
Si bien es una enfermedad poco común, es muy seria, según el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido. Sus primeras señales son parecidas a una gripe y en un plazo de horas a semanas, la persona puede sentir confusión, desorientación, pérdida de movilidad y conocimiento, entre otras cosas.
Se necesita tratamiento urgente, sus causas no son claras pudiendo afectar a cualquiera, siendo los más jóvenes y las personas mayores quienes corren más riesgo.
Claire pasó 16 noches en terapia intensiva y logró sobrevivir, pero sufriendo las secuelas de la enfermedad, como alucinaciones y la pérdida de memoria, específicamente de los últimos 20 años de su vida. Reconocía a su esposo, pero no recordaba cuándo había tenido a sus hijos, preguntó por mascotas que habían fallecido hace tiempo, no sabía de los sucesos en el mundo ni la pandemia, entonces el miedo la dominó cuando le dijeron.
“Fue aterrador descubrir acontecimientos que cambiaron el mundo y que no podía recordar (…) no existía garantía de que la recuperaría”, dijo la mujer a The Sun.
Necesitó ayuda para adaptarse a un estilo de vida en el que su esposo le ayudaría a caminar, no podría conducir, cocinar, ni vestirse por sí sola en caso de que le diera una convulsión. Gracias al cuidado de su familia, su situación ha mejorado aunque su memoria a corto plazo es mala, y tampoco duerme bien en las noches.