“Me casé con el herido mar, como un grito urgente de misericordia y auxilio. A un mes del criminal derramé de petróleo ¡exijo que se respete la vida del mar y sus habitantes, exijo justicia a los responsables!”, dijo el activista peruano Richard Torres.
Nadie decide de quien enamorarse y el amor puede llegar en el momento menos inesperado, pero hay quienes terminan en uniones muy inesperadas. Un caso se hizo recientemente viral en redes sociales es el de un peruano que decidió casarse con el mar.
Aunque suene como un caso gracioso o extraño, tiene una intención muy importante y digna de aplaudir. Este atípico matrimonio lo protagonizó el ambientalista Richard Torres, quien quiso tener un gesto el mar de su país, luego de que fuera afectado por un derrame petrolero.

“Me casé con el herido mar, como un grito urgente de misericordia y auxilio. A un mes del criminal derramé de petróleo ¡exijo que se respete la vida del mar y sus habitantes, exijo justicia a los responsables!”, escribió Torres en una publicación en su cuenta en Instagram.
Tal como se puede apreciar en las fotografías de este acto simbólico, el luchador ambiental se vistió de traje negro, llevó flores, un velo blanco y se arrodilló en la arena frente a la majestuosidad del océano para declarar su amor. Ocurrió en la playa Makaha, en las costas de Miraflores, Lima, capital del país.
“Me comprometo a seguir creando conciencia, me comprometo a seguir llevando este mensaje de paz al mundo, me comprometo a seguir defendiendo a la Mama Cocha y sus recursos marinos hasta el final de mis días”, dijo.

“Exijo que Repsol se haga cargo por los 6.000 barriles de petróleo que han destruido un ecosistema invaluable y vital, el daño es irreversible ha pasado un mes y no existen soluciones sostenibles, nuestra denuncia también es para que todos los humanos paremos esta ola de violencia en contra de la naturaleza pues es nuestro único hogar y tenemos que respetar y proteger con urgencia“, añadió.

Tal como compartió en su cuenta en Facebook, su acto estuvo acompañado por representantes de la Organización Nacional de Surfistas, además de pescadores, artistas, músicos e incluso chefs marinos.
