Las consecuencias del covid en las personas que lo padecieron siguen siendo analizadas y recientemente un estudio dio a conocer que el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca se eleva tras sufrir el coronavirus, incluso si fue de forma leve.
De acuerdo al estudio publicado en la revista Nature, incluso un caso leve de COVID-19 puede aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares de una persona durante al menos un año después del diagnóstico.
Los investigadores que realizaron el estudio descubrieron que las tasas de afecciones, como la insuficiencia cardíaca y el ictus, eran más altas de manera sustancial en personas que se habían recuperado del COVID-19 en comparación con personas que no habían padecido la enfermedad.
Incluso el riesgo era más elevado para quienes tenían menos de 65 años y carecían de otros factores de riesgo como obesidad o diabetes.
“No importa si eres joven o viejo, no importa si fumabas o no lo hacías, el riesgo estaba ahí”, dijo Ziyad Al-Aly, coautor del estudio.
Para la investigación, los expertos se basaron en una amplia base de datos de registros sanitarios del Departamento de Asuntos de los Veteranos de Estados Unidos.
Los investigadores compararon los casos de más de 150 mil veteranos, que sobrevivieron al menos 30 días tras contraer el covid, con dos grupos de personas no infectadas: uno de cinco millones de personas que utilizaron el sistema médico durante la pandemia y otro que lo usó en 2017, antes de que apareciera el coronavirus.
El estudio detalla que las personas que se habían recuperado de COVID-19 mostraron un marcado aumento en la probabilidad de que aparezcan alguno o algunos de una lista de 20 problemas cardiovasculares durante el año posterior a la infección.
Por ejemplo, había un 52% más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular, mientras que el riesgo de insuficiencia cardíaca aumentó en un 72%.
“La verdad es que me sorprenden estos resultados de que las complicaciones cardiovasculares del covid puedan durar tanto tiempo”, mencionó Hossein Ardehali, cardiólogo de la Universidad de Northwestern de Chicago.
Tanto Ardehali como Al-Aly aseguran que los profesionales sanitarios de todo el mundo deben estar preparados para hacer frente al aumento de complicaciones cardiovasculares.