Desde hace 10 años se dedica a la carpintería; sin embargo, mantiene firme sus creencias y confianza en el Tío, así llaman al diablo en Bolivia..
David Choque es propietario de una casa en la zona 25 de Julio de El Alto, en las afueras de La Paz, Bolivia, que en las últimas jornadas recibió decenas de visitantes curiosos por ver las cabezas de demonio que fueron colocadas sobre la pared de su inmueble y parte de su dormitorio.
“Son 12 cabezas para cada mes del año”, explicó al diario local La Razón el extrabajador de la mina Merma en Mapiri, donde aprendió a guardar respeto por el Tío, a quien se encomendaba para conseguir el metal precioso.
Desde hace 10 años se dedica a la carpintería; sin embargo, mantiene firme sus creencias y confianza en el Tío.
“Algunos me han dicho: ‘Está mal, bájelo. No está bien’, pero como es mi cultura, no puedo. No puedo vivir sin pedir favores (al Tío) y ahora quiero ponerle a mi casa para identificarme más con eso”, justificó.
Choque, de 42 años, indicó que todos los días se encomienda al Tío para que no le pase nada.
Contó que las imágenes fueron colocadas a principio de año y desde entonces algunos vecinos le reclamaron. Sin embargo, les explica su creencia y espera que los demás comprendan.