Tras efectuar los disparos, el adolescente se quedó dormido por muchas horas, con la idea de que al despertar todos estarían vivos otra vez. Sucedió en Pakistán.
Un adolescente de 14 años, cuya identidad se preservó, fue acusado de matar a su madre y 3 hermanos en la ciudad de Lahore, Pakistán, tras partidas de un juego virtual, en que creyó que en algún momento ellos volverían a la vida.
El muchacho tuvo un ataque de ira después de perder un partido en su juego y entonces disparó contra su madre [ocupando su arma] y dos de sus hermanos de 10 y 15 años.
Al escuchar los disparos, Taimur, su hermano mayor, de 20 años, fue a verificar lo que estaba pasando y entonces se convirtió en otra víctima más.
Tras efectuar los disparos, el adolescente se quedó dormido por muchas horas, con la idea de que al despertar todos estarían vivos otra vez. Como esto no sucedió, al despertar, él llamó a la policía y dijo que el crimen había pasado cuando estaba dormido.
Después de muchos interrogatorios y versiones distintas del hecho entregadas por el adolescente, él confesó que mató a su madre y hermanos.