El Vaticano expresó su “vergüenza” y “remordimiento” por los casos de abusos a menores por parte del clero y afirmó que “dará la justa atención” al documento de la archidiócesis alemana de Múnich que atribuye al entonces arzobispo y actual papa emérito, Benedicto XVI, no haber actuado al menos en cuatro casos conocidos ocurridos bajo su jerarquía.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, emitió una nota en la que afirmó que “el Vaticano considera que debe dar la justa atención al documento”, pero preciso que “por el momento no conoce el contenido”.
“En los próximos días, tras su publicación, lo podrá ver y podrá oportunamente examinar los detalles”, añadió.
Además, el Vaticano quiso “reiterar el sentimiento de vergüenza y el remordimiento por los abusos contra menores cometidos por el clero. La Santa Sede asegura su cercanía a todas las víctimas y confirma el camino que ha emprendido para tutelar a los pequeños, garantizándoles espacios seguros”.
El documento encargado por la archidiócesis de Múnich a un equipo de abogados, atribuye a Benedicto XVI no haber actuado al menos en cuatro casos conocidos ocurridos bajo su jerarquía y destaca que el pontífice alemán ha rebatido “contundentemente” estas acusaciones.
El documento contempla casos de abusos sexuales ocurridos en el seno de la Iglesia católica en esa archidiócesis desde la postguerra y hasta prácticamente la actualidad.
Ratzinger fue arzobispo de Múnich entre 1977 y 1982, antes de convertirse en prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio) en el Vaticano.
En dos de los casos atribuidos al periodo en que Ratzinger estuvo al frente de esa archidiócesis, los abusos fueron presuntamente cometidos por dos clérigos que prestaban asistencia espiritual y contra los cuales no se actuó en absoluto.
Los responsables del informe consideran “poco creíble” la reacción del ahora papa emérito rechazando esas inculpaciones y sostienen, en cambio, que por parte de Ratzinger no hubo “ningún interés reconocible” en actuar frente a ellos.
Asimismo, se muestran convencidos los investigadores de que Ratzinger tuvo conocimiento del caso del párroco identificado como Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras haber sido acusado de pederasta y que en su nuevo destino siguió cometiendo abusos.
Con información de EFE