Se realizan mediante una técnica similar al microblading de cejas con el objetivo de dar color, y no volumen a los labios. Todo lo que hay que saber antes de elegirlo y las dificultades que plantea su remoción
Alargamiento o permanente de pestañas, microblading para dar forma y rellenar las cejas, delineado de párpados, y ahora, lip blushing o micropigmentación de labios. Todas técnicas de lo que se conoce como maquillaje permanente, que da la imagen de, precisamente, estar maquillada todo el tiempo, desde la mañana hasta la noche sin el menor esfuerzo.
En los casos de cejas, párpados y labios se trata de tatuajes especializados semipermanentes que tratan de corregir asimetrías, dar una forma nueva y aportar color en forma natural.
Si bien el lip blushing no es ninguna novedad, en sus primeros años podían verse diseños de perfilados bastante gruesos que no se adaptaban al estilo personal de todas las mujeres. Eso era debido a que ese tipo de perfilado contaba con una limitación técnica que impedía realizarlos de forma más precisa y con un trazo más fino.
El paso de los años posibilitó la mejora del proceso y, actualmente, a pesar de tratarse de un área reducida y con un tejido tan delicado, se puede realizar un teñido profesional y preciso, que ayuda a lograr unos labios definidos y de un color fresco y juvenil.
En opinión de la médica especialista en Estética Julia de la Torre, “la moda de los tatuajes cosméticos llegó para quedarse hace tiempo; no son una novedad porque existen hace tiempo, sólo que en el último tiempo vienen pisando fuerte porque la gente los elige mucho y así como fue en aumento la gente que se hace microblading en cejas e incluso micropigmentación de párpados ahora se impone la moda del lip blushing o pigmentación de los labios”.
Tanto la micropigmentación de labios como el microblading en cejas se trata de procedimientos ambulatorios, en los que el especialista utiliza anestesia tópica
Vanessa Guerrero es técnica universitaria en Cosmetología y Estética y técnica en Implantación de pigmentos y ante la consulta de Infobae explicó que “en la técnica de micropigmentación se trabaja con un equipo llamado dermógrafo o con una máquina rotativa que es como un equipo de tattoo a la que se le pone un cartucho de acuerdo a la técnica que se vaya a realizar”. “Con esta metodología se puede realizar delineado de párpados, micropigmentación en cejas y en labios”, precisó la especialista, quien detalló que “el pigmento se implanta mediante una oscilación de agujas (la aguja entra muchas veces muy rápidamente y van dejando un puntito de pigmento cada vez que entra)”.
Y tras aclarar que “la micropigmentación lo que hace es dar color y no volumen”, Guerrero sostuvo que “se puede dar efecto de voluminización visual, pero no es que se le da volumen al labio; incluso se puede mejorar la textura del labio ya que la injuria de la aguja hace que se genere colágeno y elastina en la zona y hasta puede llegar a tensar un poco el labio por esta misma causa”.
Tanto esta técnica como el microblading en cejas se trata de procedimientos ambulatorios, en los que el especialista utiliza anestesia tópica. “Obviamente previo a la sesión se hace una evaluación de la persona, un diseño de lo que se va a hacer y se elige el color teniendo en cuenta los gustos de la paciente”, agregó la cosmetóloga.
El antes y el después: dos momentos de los que hay algunas cosas que conocer
«Por lo general puede removerse, pero los tratamientos se tornan más costosos para los pacientes porque necesitan más sesiones que una micropigmentación o microblading de cejas» (Getty)
Para De la Torre, no es un dato menor interiorizarse sobre la técnica antes de decidirse a hacerla, ya que muchas veces “la persona tiene determinadas expectativas en el tratamiento que luego no coinciden con el resultado”.
“Aun estando bien realizados puede suceder que no nos guste el resultado en nuestro rostro y ese es un punto que hay que tener en cuenta, además de como siempre elegir bien el profesional y no actuar de manera impulsiva ya que luego si bien removerlo es posible es bastante más complejo en relación a otros tatuajes cosméticos”, apuntó la especialista a este medio, quien por otro lado destacó que “siempre que se inyecte tinta dentro de los tejidos existe la posibilidad de presentar complicaciones inherentes a cualquier técnica inyectable”.
En ese sentido, mencionó “desde infecciones hasta reacciones inmunológicas del organismo hacia la tinta; principalmente las tintas rojas o rosadas son las que mayores reacciones pueden desencadenar debido a la composición que presentan”.
“Particularmente nuestro centro es de referencia en la atención de las complicaciones y las disconformidades de los pacientes con estos tratamientros porque nos dedicamos a remover tatuajes, y nos encontramos muchas veces que las pigmentaciones en el área de los labios son muy dificultosas debido a la conformación de las tintas que se utilizan, que contienen determinados hidróxidos que al dispararse la luz del laser sobre los mismos hace que la tinta cambie de color, se oscurezca y eso genera un doplor de cabeza durante varios meses al paciente”, explicó la especialista.
Y si bien aseguró que “por lo general pueden removerse”, aclaró que “los tratamientos se tornan más costosos para los pacientes porque necesitan más sesiones que una micropigmentación o microblading de cejas y además presentan esta dificultad de que al virar de color, la zona pigmentada del labio se vuelve gris durante varios meses”.
Con especialistas de un lado y del otro, como en casi todo en la vida, el sentido común indica que al igual que en todo lo que se ofrece como “permanente”, “definitivo” o promete resultados a largo plazo, la información hace la diferencia. Y la elección de un profesional capacitado y con experiencia en la técnica seguro tendrá gran influencia en el resultado final.