El subsecretario de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, Brian Nichols, remarcó que estos reportes de espionaje que han sufrido periodistas y activistas de El Salvador mediante el programa informático Pegasus, son “muy preocupantes” y expresó su “oposición a los esfuerzos para silenciar voces críticas”.
“La libertad de expresión y los medios independientes son esenciales para cualquier democracia”, afirmó el funcionario.
Nichols comentaba así las informaciones divulgadas este miércoles por el centro de investigación canadiense Citizen Lab del uso a gran escala del programa espía Pegasus de NSO Group para vigilar “35 casos de periodistas y miembros de la sociedad civil, cuyos teléfonos se infectaron con éxito con el software (…) entre julio de 2020 y noviembre de 2021″.
El reporte indicó que “los objetivos” incluyeron periodistas de El Faro, GatoEncerrado, La Prensa Gráfica, Revista Digital Disruptiva, Diario El Mundo y El Diario de Hoy, además de miembros de las organizaciones Fundación DTJ y Cristosal.
“El hackeo se produjo mientras las organizaciones informaban sobre temas delicados que involucran a la Administración del presidente (salvadoreño Nayib) Bukele, como un escándalo relacionado con la negociación del Gobierno de un ‘pacto’ con la pandilla MS-13 para la reducción de la violencia y apoyo electoral”, remarcó el informe disponible en el sitio citizenlab.ca.
Por su parte, la secretaria de Comunicaciones del Ejecutivo de Nayib Bukele, Sofía Medina, afirmó en un comunicado la noche del miércoles que el “Gobierno de El Salvador no está de ninguna manera relacionado con Pegasus y tampoco es cliente de NSO Group”.
La empresa israelí NSO Group es responsable del desarrollo de este controvertido programa de espionaje electrónico.
En julio de 2021, una investigación periodística internacional reveló que Pegasus había sido para espiar a cientos de periodistas y líderes políticos, entre ellos el presidente francés, Emmanuel Macron.
Con información de EFE