Seis tortugas marinas fueron rescatadas por un grupo de biólogos marinos. Tres de las seis tenían plástico en el interior del estómago, que produce la perforación del intestino.
Las tortugas marinas fueron encontradas por dos pescadores artesanales, que las capturaron con sus redes y las derivaron a la fundación que se encarga de realizar el tratamiento de rehabilitación para que expulsen la basura que ingirieron.
Una de las tortugas, la más pequeña, tenía 22 gramos de plástico en su interior, producto de los residuos que se arrojan al mar. Una vez curadas, fueron devueltas al mar por los biólogos que componen la fundación.
Entre los diferentes elementos que se encontraron en el agua, se pudieron ver plásticos duros, pedazos de envases de botellas, bolsas, hilos, precintos, y restos de caños, entre otras cosas. La situación pudo haber sido peor, ya que también había objetos punzantes que pueden perforar el estómago de los animales.
Según explicó Karina Álvarez, la bióloga que coordinó el rescate de las tortugas, en esta época del año éstos animales marinos suelen viajar hacia las costas de Brasil.
Qué pasa cuando una tortuga tiene plástico en el interior de su cuerpo
La bióloga Karina Álvarez pidió a la gente que tome conciencia sobre la gran basura que se arroja al mar: “Uno a veces no logra ver toda la problemática de cómo es, no somos conscientes de la cantidad de basura que hay en el cuerpo de agua, los animales son los que nos muestran esto”, aseguró.
Asimismo, explicó cómo afecta la ingesta de plástico en las tortugas marinas: “Obstruye la circulación normal del extracto digestivo de los animales, y eso hace que se acumulen gases y les genera un chaleco salvavidas que impiden que puedan sumergirse a buscar su alimento”.
“Todo complica el desarrollo natural de los animales, haciendo que tengan que ingresar al centro de rehabilitación para su tratamiento. Hay cosas punzantes que pueden generarle cortes a las tortugas, ellas lo ingieren y van lesionándolas internamente, y complica los cuadros”, agregó.
Álvarez también destacó el trabajo que hacen los pescadores que les acercan las tortugas a la fundación, donde le hacen las placas para verificar si los animales tienen plásticos adentro del cuerpo”. “La mayoría de las veces verificamos que, a pesar de que parece que tienen un buen estado de salud, los animales tienen plástico adentro del cuerpo”, explicó.
Roberto y Pablo, los pescadores artesanales que rescataron a las seis tortugas explicaron cómo realizan su trabajo: “Cuando tenemos una tortuga hacemos una evaluación rápida para establecer el estado en el que se encuentra el animal. A veces por el estado del agua les cuesta salir a respirar. Hay ocasiones en que las encontramos con un metabolismo muy bajo”.
