El Ministerio de Exteriores de Irán ha actualizado su lista de terroristas involucrados en el atentado contra el general Qassem Soleimani, que murió el 2 de enero de 2020 en un ataque ordenado por el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, y ha incluido en ella a algunos altos cargos militares de EE.UU. a los que responsabiliza de la muerte del militar iraní.
Entre los sancionados está el general Mark Miley, presidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU.; el comandante del Comando Central, Kenneth McKenzie; el exasesor de Seguridad Nacional Robert O’Brien; el exdirector del Consejo de Seguridad Nacional para Oriente Medio, Robert Greenway; el exasesor adjunto de Seguridad Nacional Matthew Pottinger, y decenas de otros militares.
En el marco de la Ley para Contrarrestar las Violaciones de los Derechos Humanos y las Acciones Aventuristas y Terroristas de EE.UU. en la región, Teherán ha impuesto sanciones a un total de 51 personas «por su papel en el ataque terrorista de Estados Unidos contra el mártir general Qassem Soleimani y sus compañeros, por la glorificación del terrorismo y la violación de los derechos humanos fundamentales».
En la lista ya figuraba Donald Trump, además del exsecretario de Estado Mike Pompeo; el exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton; el exsecretario de Defensa, Mark Esper; la exdirectora de la CIA, Gina Haspel; el exsecretario de Defensa interino, Christopher Miller, y exsecretario del Tesoro, Steven Mnuchin, además de varios representantes diplomáticos.
Según Teherán, los nuevos integrantes del listado de sancionados «participaron en la toma de decisiones, organización, financiación y ejecución del atentado terrorista o han justificado el terrorismo de otro modo que constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacional».
«Se reitera que, al perpetrar el despiadado ataque terrorista, Estados Unidos ha violado flagrantemente sus obligaciones jurídicas internacionales en materia de la lucha contra el terrorismo y la financiación del terrorismo», indicó el Ministerio de Exteriores iraní en un comunicado, en el que califica el ataque estadounidense de hace dos años de acto de «terrorismo estatal».