El Barcelona y el Aston Villa acordaron este viernes la cesión de Philippe Coutinho al club inglés por lo que resta de esta temporada, reservándose el club inglés una opción de compra no obligatoria que, de momento, aligerará sustancialmente la masa salarial de la plantilla azulgrana y cerrará uno de los casos más urgentes para el club catalán.
El Aston Villa, según anunció el Barça en su comunicado, se hará cargo «de una parte de la ficha del jugador» que no especificó, aunque una fuente conocedora de la operación explicó a ESPN que será cercana a los dos tercios de lo que resta de pagar este curso y que superaría los 7 millones de euros.
Con esta cesión el Barça consigue ampliar su límite salarial, si bien precisa todavía generar más espacio para inscribir a Ferran Torres, presentado en el Camp Nou el 3 de enero pero que aún no fue dado de alta por el club azulgrana.
Coutinho viajará de inmediato a Birmingham, donde firmará su contrato una vez haya superado la revisión médica, y se pondrá a las órdenes de Steven Gerrard, técnico de los villanos y cuya opinión ha sido trascendental en la operación. Gerrard, quien fue compañero de Cou en el Liverpool entre enero de 2013 y junio de 2015, le consideró «un mago» y considera que podrá devolver la brillantez que mostró en los reds en esta segunda etapa en la Premier League.
La marcha de Coutinho se entendía trascendental en los despachos del Barça una vez que directamente el propio entrenador Xavi Hernández trasladó a Joan Laporta su visto bueno por no considerarle clave en sus planes y el club trabajaba en solucionar el caso desde hace cerca de un mes, en colaboración con los propios agentes del jugador, que comprendió la necesidad de encontrar una salida urgente si quería mantener su status en la selección brasileña de cara al Mundial de Qatar.
Aunque en las últimas semanas los agentes de Coutinho mantuvieron contactos con diversos representantes con intereses en diversos clubes de la Premier League (Arsenal, Newcastle y Everton principalmente) y recibieron también una llamada desde el Flamengo cuya falta de músculo financiero le descartó de inmediato, fue la entrada en escena de Steven Gerrard, entrenador del Aston Villa, la que aceleró la operación, concretada y anunciada este viernes a primera hora.
El jugador cierra de esta manera su segunda etapa en el Barça (tras la primera cesión al Bayern Munich durante la temporada 2019-20) exactamente cuatro años después de que fuera presentado en el por todo lo alto en el Camp Nou, convertido en el fichaje record de un Barcelona en el que su fracaso ha sido evidente.
