Un feto de aproximadamente 8 meses fue encontrado dentro de una caja de cartón entre la basura del crematorio capitalino.
El feto ya bien formado en un avanzado estado de gestación, a poco días de nacer fue asesinado por una mujer irresponsable, desnaturalizada.
La Constitución de la República establece en uno de sus artículos «prohibido e ilegal la práctica de cualquier forma de interrupción de la vida del que está por nacer, a quien debe respetarse la vida en todo momento», por lo que es tipificado como delito.