Este 1 de enero, Nueva York marcó un hito histórico. Keechant Sewell se convirtió en la primera mujer en 176 años en asumir el liderazgo de la fuerza policial de esta ciudad. La exdetective tendrá el reto de reformar el Departamento de Policía que necesita cambios urgentes debido a las denuncias sobre la brutalidad policial y el racismo.
La fuerza policial más grande de Estados Unidos será dirigida, por primera vez, por una mujer. Keechant Sewell se convirtió en la jefa del Departamento de Policía de Nueva York este 1 de enero. Además, es la tercera persona afroamericana en asumir este cargo.
Sewell, de 49 años, se encontraba trabajando como jefa de detectives de la policía del condado de Nassau. También ha estado en la fuerza policial durante 25 años, donde se desempeñó como policía, oficial de patrulla, detective y negociadora de rehenes. Ahora, como comisionada, tendrá que dirigir a más de 35,000 oficiales.
Su elección fue proclamada por el alcalde electo de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, quien cumplió con la promesa que hizo en su campaña de entregar este cargo a una mujer. También incluyó a cinco mujeres como vicealcaldesas.
La última persona afroamericana en dirigir el Departamento de Policía de Nueva York fue Lee Brown en 1990. Previo a él, cumplió la labor Benjamin Ward en 1980.
Con su entrada en labores, Sewell tendrá varios desafíos. Entre ellos, disminuir la tasa de homicidios que va en aumento desde el comienzo de la pandemia, así como la cada vez mayor presencia de tiroteos en la Gran Manzana. Al mismo tiempo, deberá darle una nueva cara la policía de la ciudad que ha sido denunciada por actos racistas y por la brutalidad policial. Una situación que se replica en varias ciudades del país.
La brutalidad policial en Estados Unidos
La muerte del afroamericano George Floyd, a manos de la brutalidad policial, impulsó a la creación del movimiento Black Lives Matter en el año 2020. En él, activistas y ciudadanos exigen a las autoridades reformar la policía en Estados Unidos.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington y publicado en el diario The Lancet, reveló que entre 1980 y 2018, el Sistema Nacional de Estadísticas Vitales de Estados Unidos registró que 13.700 personas murieron a causa de la violencia policial.
Sin embargo, al examinar tres bases de datos no gubernamentales de código abierto (Fatal Encounters, Mapping Police Violence y The Counted) estimaron que el total real es de unos 30.800.
Las muertes por brutalidad policial impactan de manera desproporcionada a personas de ciertas razas y etnias, algo que pone en evidencia el racismo sistémico en la policía. Sewell hereda un departamento en necesidad de cambio y una ciudad abrumada por el aumento de la delincuencia desde el inicio de la pandemia.
Con EFE, AP, Reuters y medios locales