Una serie de incendios forestales han destruido hasta este viernes al menos 500 hogares, un hotel y un centro comercial en las áreas suburbanas de Denver, la capital del Estado de Colorado (EE UU). El fuego, que comenzó el jueves, ha obligado a evacuar a decenas de miles de residentes del condado de Boulder, una zona muy afectada por la sequía. La situación ha obligado al gobernador de Colorado, Jared Polis, a decretar el estado de emergencia, una acción que le permite desbloquear fondos de emergencia y desplegar recursos estatales, incluida la Guardia Nacional de Colorado. Las autoridades han informado de que por el momento no ha habido ninguna muerte.
Los incendios se han propagado a gran velocidad debido a unas ráfagas de viento que alcanzaron los 177 kilómetros por hora el jueves, provocando cientos de cortes eléctricos y el cierre de varias carreteras, según informó en Twitter la Patrulla Estatal de Colorado. Polis, que describió el desastre como “absolutamente devastador”, envió este jueves un mensaje de calma para las víctimas en una conferencia de prensa: “Para aquellos que han perdido todo lo que tenían, sepan que estaremos allí para ayudarlos a reconstruir sus vidas”.
Unas ráfagas de viento arrancaron unas líneas eléctricas que cayeron en pasto seco y dieron origen a las primeras llamas alrededor de las 11 de la mañana del jueves (siete de la tarde en la España peninsular) al sur de Boulder, un condado donde la mayoría de las áreas está atravesando una sequía extrema o severa, según el Monitor de Sequía de Estados Unidos. El fuego se extendió rápidamente por las poblaciones de Louisville y Superior, explicó el alguacil Joe Pelle, quien añadió que creía que los dos incendios principales fueron causados por cables eléctricos caídos.
Xcel Energy, una empresa energética con más de un millón de clientes en Colorado, dijo que los fuertes vientos habían causado cortes de electricidad en Boulder, pero que también estaban cortando intencionalmente la energía en algunas áreas porque las llamas han afectado su infraestructura de gas natural. Durante la noche del jueves los vientos amainaron, lo que facilitó el trabajo de los bomberos.
Con información de El País