La realidad de la migración actual es “un escándalo social de la Humanidad” ante la cual “no podemos cerrar los ojos”, aseguró el papa Francisco, que consideró a los migrantes víctimas de “la prepotencia y violencia de los poderosos”, como “le sucedió a Jesús” al recordar la huida de la Sagrada Familia a Egipto.
Hoy “se necesita una oración por todos los migrantes, todos los perseguidos y todos aquellos que son víctimas de circunstancias adversas, sean políticas, históricas, personales. Pensemos en tantas víctimas de la guerra que quieren huir de su patria pero no pueden”, dijo Francisco en la audiencia general.
Francisco consideró a San José como “un migrante perseguido y valiente”, dijo que su familia sufrió “humillación (…), precariedad, miedo y dolor” y que “todavía hoy muchos hermanos y hermanas nuestros se ven obligados a vivir la misma injusticia y sufrimiento. La causa es casi siempre la prepotencia y la violencia de los poderosos”.
El pontífice se refirió a Herodes, quien, “trastornado” por la noticia del nacimiento del “rey de los Judíos” sintió “su poder amenazado” y “concibió un malvado plan: matar a todos los niños de Belén de menos de dos años”.
“La huida de la Sagrada Familia a Egipto salva a Jesús, pero desgraciadamente no impide que Herodes lleve a cabo su masacre”, continuó Francisco, que ve en ese rey “el símbolo de muchos tiranos de ayer y de hoy; es el hombre que se convierte en ‘lobo’ para los otros hombres”.
José, por su parte, “es todo lo contrario a Herodes”, un hombre “valiente”. “Cabe imaginar las vicisitudes que tuvo que afrontar durante el largo y peligroso viaje y las dificultades que comportaron la permanencia en un país extranjero”.
“Herodes y José son dos personajes opuestos, que reflejan las dos caras de la humanidad de siempre. Es un error común considerar la valentía como la virtud exclusiva del héroe. En realidad, la vida cotidiana de cada persona requiere valor para afrontar las dificultades de cada día”, añadió.