Empatando sus dos últimos partidos de Premier League, el equipo de Thomas Tuchel perdía comba respecto al Manchester City y al Liverpool. Seis puntos por detrás del líder y con los mismos que el segundo clasificado, los londinenses salieron al césped de Villa Park con la necesidad de ganar para mantener intactas sus opciones de título.
Un Aston Villa impetuoso llevó el dominio del partido durante los primeros instantes, pero el Chelsea pronto se hizo con el control del esférico. Tuvo la pelota, pero no la creatividad necesaria para hacer algo con ella. Tampoco estuvo fino el equipo local, que echó de menos a su entrenador por COVID-19.
Desde la llegada de Steven Gerrard, los villanos ganaron cuatro de sus seis partidos ligueros antes del Boxing Day. Solo perdieron ante los dos primeros clasificados, y por momentos sorprendieron también a los terceros. Sin embargo, fueron incapaces de aprovechar los espacios y sus ocasiones al contraataque. Se adelantaron en el marcador, pero con un gol en propia meta.
Reece James trató de desviar un centro de Matt Targett desde la izquierda. Y lo hizo, pero con la mala fortuna de dirigirlo hacia su propia meta.
Reaccionó el Chelsea al tanto. Y empató. Pero necesitó la ayuda de Matty Cash, que no vio la llegada de Callum Hudson-Odoi por banda izquierda y lo derribó dentro del área. Jorginho transformó la pena máxima.
Reaccionó Thomas Tuchel tras el descanso, dando entrada a Romelu Lukaku y cambiando de sistema. Pasó de un 3-4-3 a un 4-2-4, que fue un 2-4-4 durante los primeros instantes del segundo tiempo. Agobiaba el campeón de Europa de 2021 al de 1982, y ahora con alguien moviéndose con soltura en el área rival.
Lukaku se adelantó a Tyron Mings para rematar un centro de Hudson-Odoi, y adelantó también a los suyos. Volvió a marcar el belga, que la última vez que lo hizo en liga fue, precisamente, ante el Aston Villa. Su rival favorito. Ha marcado en sus siete últimos partidos contra los de Birmingham. Nueve tantos en total. Un arreón final de los locales cuestionó el control de los visitantes.
Pero volvió a aparecer Lukaku. Imparable. Recibió un balón al espacio en campo contrario, y corrió hasta llegar al área, donde fue derribado. Jorginho volvió a marcar desde los once metros para mandar los puntos a Londres. Allí, en la capital inglesa, el Chelsea disputará dos partidos cruciales en el devenir de su curso. El 2 de enero recibirán al Liverpool, y en la siguiente jornada de Premier League visitarán al Manchester City.
