El Fondo Monetario Internacional (FMI) divulgó las conclusiones de su investigación sobre el préstamo de 57.000 millones de dólares que le otorgó al Gobierno del expresidente argentino Mauricio Macri, el más alto entregado a la nación suramericana y el mayor en toda la historia del ente, y reconoce el fracaso de esta transferencia.
El informe señala que el préstamo “con Argentina no cumplió los objetivos de restaurar la confianza en la viabilidad fiscal externa, reducir los desequilibrios externos y fiscales, bajar la inflación y proteger a los segmentos más vulnerables de la población”.
Valora como demasiado frágil la estrategia económica de Macri ante los profundos problemas estructurales del país, incluidos “las frágiles finanzas públicas, la dolarización, la alta inflación, la débil transmisión de la política monetaria, un pequeño sector financiero interno y una base exportadora estrecha”.
Apunta que el Gobierno macrista debió instrumentar controles de capitales para ordenar el flujo de capital y evitar fuga de divisas. Según medios locales, casi la totalidad del crédito se fue de Argentina.
De acuerdo con el FMI, la administración de Cambiemos debió tomar el crédito y a continuación poner en práctica una reestructuración que pensara en un acuerdo posible para saldar la deuda.
Señala que esta gestión nunca se hizo y, en cambio, la puso en práctica el Gobierno del presidente Alberto Fernández una vez que asumió la dirección del país.
Desde el Ejecutivo actual denuncian, además, que la aplicación del crédito tuvo un carácter político, pues la administración de Macri utilizó los problemas estructurales de Argentina como excusa para buscar el empréstito y financiar con él las políticas económicas del macrismo.