Es habitual asociar el consumo de alcohol con unos hábitos perjudiciales para la salud, y no es para nada una idea errónea, aunque en casos concretos la ingesta de una cerveza o una copa de vino te podría llegar a salvar la vida. Una de las causas de mortalidad principales en relación al cáncer es el diagnóstico tardío de este, más incluso desde que la pandemia llegase a nuestras vidas, y según un estudio de la Universidad de Harvard, el consumo de alcohol etílico podría desencadenar en una sintomatología que alerta a la persona de que padece cáncer.
El caso en cuestión trata del cáncer de linfoma, un cáncer en la sangre, cuyos síntomas habituales son la aparición de un bulto en el cuello, axila o ingle, sensación de cansancio sin motivo, pérdida de peso inexplicable, sudoración excesiva por la noche y picazón constante sin motivo, entre otros. Existen numerosos tipos de linfomas, y se dividen en general en linfomas de Hodgkin y no Hodgkin. Los síntomas relacionados con el alcohol se han mostrado en personas con linfoma de Hodgkin.
Según los expertos, los síntomas tras consumir alcohol aparecen en una de cada 20 personas, y se hacen notorios mediante un dolor en los ganglios linfáticos, glándulas que se encuentran en el cuello, la axila y la ingle. Esto se debe a que tras la aparición del linfoma, muchas de las células de estos ganglios sufren una mutación que es reactiva al alcohol etílico.
Expertos de Harvard que han trabajado en estos síntomas concluyen: «Se ha informado que el contenido de alcohol de un chocolate relleno de licor o incluso un sorbo de cerveza desencadena el dolor». «El inicio del dolor es inmediato; las descripciones del dolor de los pacientes varían de ‘doloroso’ a ‘punzante’, y la intensidad varía de leve a insoportable», añaden.
Un error común de la gente con esta dolencia, es el consumo de analgésicos cada vez que van a tomar alcohol, debido a que no son conscientes de la gravedad de un síntoma como este, y solo buscan aliviar el dolor que produce esta reacción, como el caso de un ciudadano de Texas, de 31 años de edad, que acudió al hospital por esta serie de dolores, lo que permitió un diagnóstico rápido del problema, permitiéndole alcanzar la remisión total del cáncer.
Un cáncer con muy buen pronóstico
Los linfomas son uno de los tipos de cáncer que más y mejor se ha estudiado, lo que permite que actualmente, la tasa de supervivencia sea bastante alta en relación a otros tipos de cáncer. Esta enfermedad aparece con mayor probabilidad en varones y en dos grupos de edad concretos: entre 15 y 40 años y a partir de los 55 años. afecta a unas 1.000 personas en España cada año, de las cuales fallecen alrededor de 150, según datos del Observatorio Europeo del Cáncer.
La quimioterapia y la radioterapia son las principales formas de combatirlo, y como en la mayoría de enfermedades de este tipo, una detección del problema de forma temprana acrecenta las probabilidades de supervivencia del paciente, y un proceso médico más breve.
