Por vídeos como este (que a la hora de escribir este artículo contaba ya con 22.3M de reproducciónes) no se dan medicamentos sin receta. Una demostración de lo que no hay que hacer nunca. Comprar fármacos sin prescripción médica y usarlos cómo y para lo que nos da la gana.
Es lo que ha hecho la influencer de turno que, ni corta ni perezosa, aconseja triturar un medicamento (nombre comercial Flagyl) utilizando dos cucharitas de postre para aplastarlo y praparar una pasta con el polvo resultante para ponérselo en la cara y ¡tachán! Así consigue eliminar así su acné.
Es de esas publicaciones tan descabelladas que no se entiende cómo es posible que no pare de sumar likes y claro, al final acaba en el timeline de algún experto que clama al cielo por tener que ver publicado en redes, una vez más, semejante temeridad. Ha sido Guille Martín, un ‘influencer farmacéutico’ y uno de los sanitarios más influyentes del momento, quien ha dado la voz de alarmaEste contenido no está disponible debido a tus preferencias de privacidad.
El metronidazol es un antibiótico de efecto anti-infeccioso y antiparasitario que sirve para para combatir infecciones vaginales, algunas enfermedades de transmisión sexual (tricomoniasis) y trastornos digestivos como Helicobacter pylori, entre otras cosas.
Tiene varios mecanismos de acción. Principalmente el fármaco es capaz de colarse en el interior de las células de los microorganismos enemigos. Una vez dentro se dedica a producir radicales libres, alterando el ADN e impidiendo la síntesis de ácidos nucleicos y provocando así su muerte
En concreto, actúa destruyendo especialmente las bacterias que no requieren oxígeno para sobrevivir (anaerobias), aunque puede destruir otras bacterias.
En España se comercializa en formas orales (suspensión y comprimidos), en inyectables, y también existen formas tópicas o vaginales de metronidazol. Cada formula tiene su aplicación y lo suyo es respetarla y seguir el consejo del especialista.
El video que te mostramos llama la atención porque se ve claramente como se muele un comprimido de metronidazol para aplicar el polvo resultante -humecedizo con unas gotas de agua- en pómulos y nariz con la finalidad de hacer desaparecer granos e imperfecciones del rostro. No es el único video de este tipo que circula por las redes, si te metes en TikTok proliferan los videos relacionados con metronidazol en pastillas molidas para el rostro, pero pocos alertan del mal uso de este fármaco, y de sus consecuencias.
La cuestión es que si bien es cierto que en algunos casos, el metronidazol tópico está indicado para tratar la rosácea (una enfermedad de la piel que causa enrojecimiento, rubor y pápulas inflamatorias, pústulas y eritemas en la cara), lo suyo es usarlo en loción, gel o crema. Lo que no tiene sentido es aplastar un compromido diseñado para otro fin y hacer una pasta con él para tratar el acné.
El problema está en que no es lo mismo acné que rosácea, por lo que es bastante probable que no a todas las pieles con granitos le puede venir bien este medicamento, sobre todo cuando se aplica de un modo tan rudimentario. Hay que tener en cuenta que las dosis y el concentrado de los principios activos varía de una presentación a otra, y además, puede haber otros ingredientes añadidos en cada formulación.
Usar los medicamentos así, a las bravas, sin precripción médica y por cuenta propia, puede tener serias consecuencias. Muchas personas aún no se han dado cuenta de que no es lo mismo, ni tiene el mismo efecto, tomarse un antibiótico que triturarlo, y mucho menos mezclarlo con agua, y en vez de ingerirlo, aplicar la pasta resultante sobre la piel. ¿Qué sentido tiene si la finalidad de la pastilla es tragarla para combatir infecciones que se localizan en el intestino, los huesos, el cerebro o los pulmones? ¿Por qué complicarse con falsos remedios caseros que pueden acabar mal? El problema es que un mal uso puede acarrear consecuencias como una reacción alérgica que produzca comezón o ronchas, hinchazón del rostro o las manos, hinchazón u hormigueo en la boca o garganta si por error nos entra algo o lo inhalamos, y hasta opresión en el pecho y dificultad para respirar.
Tal y como señala Boticaria García, «aunque, en efecto, el metrodinazol sirve para cosas distintas, se tiene que utilizar correctamente ya que como todo lo químico puede ser bastante peligroso».
Además, la dosis adecuada de metronidazol puede ser diferente para cada persona, en función de la edad, el peso y las condiciones generales de salud (ya que tiene contraindicaciones e interacciones con otros medicamentos), y pueden aparecer efectos secundarios menos graves como:
- Sequedad, picazón, enrojecimiento o irritación en la piel.
- Escozor moderado o ardor en la zona donde se aplica el medicamento.
- Náuseas.
Por otro lado, entre las precauciones recogidas en el prospecto del metronidazol, se aconseja evitar el contacto con los ojos y membranas mucosas ya que puede producir lagrimeo si el gel se aplica demasiado cerca de los ojos, piel seca, eritema, prurito e irritación de la piel.
Asimismo, se advierte del riesgo que supone el uso innecesario y prolongado de este medicamento que ha sido clasificado como carcinogénico en ciertas especies animales de experimentación (ratones y ratas) a los que se les administraron dosis elevadas de metronidazol por vía oral. Aunque no hay evidencia de datos sobre el efecto carcinogénico en humanos.
Más allá de los efectos secundarios, la aparición de resistencias es la peor consecuencia de un mal uso del metronidazol, que puede dejar de ser eficaz. Lo aconsejable es ir a un dermatólogo y que este os recete este medicamentos si ve que vuestra piel lo necesita.
