La sonda solar Parker de la NASA llegó el 21 de noviembre al punto más cercano al Sol, llamado ‘perihelio’, en el marco de su décima aproximación al astro, y batió sus propios récords de distancia y velocidad, comunicaron los responsables de la misión.
La sonda, lanzada en agosto del 2018 para estudiar nuestra estrella, logró acercarse a 8,5 millones de kilómetros de la superficie solar, lo más cerca que ha estado hasta el momento. Durante la aproximación, que se completó exitosamente el 26 de noviembre, Parker se desplazaba a una velocidad inédita de 586.864 km/h. A esa velocidad, la sonda tardaría menos de una hora en llegar a la Luna desde la Tierra, un viaje que por lo general tomaría alrededor de tres días.
Anteriormente, Parker estableció dos récords el pasado 29 de abril, cuando se aproximó al astro a una distancia de 10,4 millones de kilómetros a una velocidad de más de 532.000 km/h, convirtiéndose de este modo en la sonda espacial más cercana al Sol y el objeto más rápido construido por el ser humano.
«Un misterio total»
Según Nour Raouafi, científico de la misión Parker en el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins en Laurel (Maryland, EE.UU.), durante el acercamiento la sonda también detectó cantidades de polvo más altas de lo esperado cerca del Sol.
«Lo emocionante de esto es que está mejorando enormemente nuestra comprensión de las regiones más internas de nuestra heliosfera, brindándonos una idea de un entorno que, hasta ahora, era un misterio total», dijo Raouafi.
Está previsto que la sonda Parker finalmente llegue a 6,2 millones de km de distancia de la superficie solar en diciembre de 2024, a velocidades superiores a los 692.000 km/h. En esa región deberá soportar temperaturas de alrededor de 1.400 °C.
