A pesar de las múltiples denuncias en los procesos electorales pasados, sobre la venta de credenciales para trabajar en las mesas electorales, ahora Juntas Receptoras de Votos (JRV), estas se entregarán de nuevo sin nombre o en blanco, para que sean los partidos políticos quienes acrediten a las personas que les van a colaborar en las JRV.
Es importante destacar, que este era uno de los objetivos de la creación de la nueva ley electoral, que le costó a Honduras, aproximadamente 6 millones de lempiras, pagados a la Organización de Estados Americanos (OEA), mediante una consultoría, sin embargo, los partidos políticos, acordaron no cumplir con este requisito, así lo demostraron tras vencer la fecha en que tenían que presentar los nombres de sus colaboradores, a la secretaria general del Consejo Nacional Electoral (CNE).