De acuerdo a lo que expresó su esposo, Joeri Janssen, ambos eran amantes de los viajes y este año habían retomado sus recorridos extensos en camioneta.
Medios internacionales dieron cuenta del caso de una joven belga que murió luego de caer a un acantilado tras tomarse una selfie. La fotografía fue descubierta días después por su esposo.
La víctima fue identificada como Zoë Snoeks, quien paseaba con su esposo por Luxemburgo cuando decidió fotografiarse en un acantilado de la ciudad de Nadrin.
De acuerdo a lo que expresó su esposo, Joeri Janssen, ambos eran amantes de los viajes y este año habían retomado sus recorridos extensos en camioneta.
Sin ir más lejos, ese día la pareja tenía planeada una excursión por la montaña Herou, la cual tiene 1.400 metros de altura.
Janssen sostuvo además que el accidente sucedió en cuestión de segundos, por lo que él no pudo hacer nada para salvar a su esposa.
El hombre también aseveró que, horas después de la tragedia, logró desbloquear el teléfono de Zoë Snoeks. La última foto era una selfie en aquella zona.
Por lo anterior, Janssen desprende que el accidente sucedió justo después de que ella pudiera tomar aquella fotografía.