Hoy 3 de noviembre se cumple un año de haber presenciado el caos que dejaron los huracanes ETA e IOTA en el Noroccidente del país.
Los miles de hondureños que resultaron afectados, aun guardan en su memoria el momento en el que tuvieron que evacuar y despedirse de todo por lo que habían trabajado por años en sus hogares.
Los ríos se desbordaban, cientos de casas completamente destruidas, muertes y muchos heridos fueron los lastres que dejaban a su paso los huracanes.
Durante las lluvias incesantes, compatriotas buscaban la manera de llevar ayuda hasta las personas que más lo necesitaban, camiones de víveres fueron llevados hasta albergues y centros de acopio.
A un año de los huracanes, pobladores continúan esperando respuesta de las autoridades en la reconstrucción de los bordos y viviendas.