«Estamos indignados, somos un rubro débil en seguridad, por lo que pedimos mayores operativos», dijo Wilmer Cálix, dirigente del transporte, en relación a la desmantelación de una unidad de bus rápidito.
La unidad fue encontrada en San Antonio de Oriente, la cual fue despojada de su ocupante en Tegucigalpa.
Dos personas fueron capturadas por este hecho.