Joe Biden, de 78 años, ha recibido este lunes en la Casa Blanca la tercera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el coronavirus.
El presidente estadounidense es uno de los perfiles elegibles en la nueva ronda de inyecciones aprobada la semana pasada por las autoridades sanitarias de Estados Unidos, entre los que figuran los mayores de 65 años, a los pacientes con enfermedades subyacentes mayores de 18 años y a los trabajadores altamente expuestos al virus al menos.
La agencia reguladora del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) establecieron que la dosis de refuerzo debe recibirse seis meses después de que haber completado la pauta original.
“Los refuerzos son importantes. Pero lo más importante que debemos hacer es vacunar a más personas“, afirmó el mandatario. “Por favor, haz lo correcto. Por favor, recibe estas vacunas. Puede salvar tu vida y puede salvar la vida de quienes te rodean”, dijo Biden, apuntando a los más de 70 millones de estadounidenses no se han inoculado.
A pesar del rechazo de los organismos internacionales a que los países ricos administren una tercera dosis, el mandatario la ha defendido para atajar el alza en los contagios debido a la variante delta, cuya carga viral es hasta 1.200 veces mayor que las mutaciones anteriores. El mandatario incluso quería que los adultos sanos también fueran elegibles, pero las agencias sanitarias rechazaron esa propuesta.
Biden recibió su primera inyección el 21 de diciembre y su segunda dosis tres semanas después, el 11 de enero, en el Hospital Christiana en Newark, Delaware. La semana pasada, el mandatario adelantó que 60 millones de estadounidenses califican para recibir una vacuna de refuerzo, según los criterios establecidos por los CDC. Aproximadamente 22 millones de estadounidenses recibieron la segunda dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech hace más de seis meses y cerca de la mitad de ellos tienen 65 años o más.
