El 15 de septiembre de 2021, fecha en la que se cumplieron 200 años exactos desde la declaración de independencia, debió haber sido una jornada festiva en El Salvador. Pero no lo fue. O sí lo fue, depende de a quién se le pregunte, aunque por razones que poco o nada tienen que ver con el final de la época colonial.
Ayer, las calles de El Salvador fueron tomadas por miles de manifestantes en oposición al Gobierno de su presidente, Nayib Bukele. Los ciudadanos mostraron su incomodidad en torno a varias decisiones que el mandatario ha tomado desde que llegó al poder en 2019. La más reciente, la aprobación del bitcoin como moneda de curso legal en este país.
Desde que el bitcoin entró en vigor como moneda de cambio legal en El Salvador, la población ha mostrado su descontento hacia el Gobierno de Nayib Bukele. Esta decisión, junto al autoritarismo mostrado por el mandatario, causaron las primeras manifestaciones masivas y de carácter pacífico en contra del presidente, días después del bicentenario.
Se llevaron a cabo ayer miércoles. Tuvieron cabida en tres lugares de San Salvador. Sin embargo, finalizaron en la plaza Francisco Morazán, en el Centro Histórico de la capital salvadoreña. Fueron convocados hace varios días por medio de las redes sociales.
Entre los participantes, opositores a Bukele, figuraron políticos, médicos, abogados, jueces, agricultores, activistas, veteranos de guerra, comunidades indígenas, estudiantes, feministas y grupos LGBTQ+. Según se estima, participaron alrededor de 4.500 personas. El Gobierno salvadoreño no contaba con la presencia de tantos manifestantes.
Entre las pancartas sujetadas por los manifestantes se leyeron potentes frases como «¡No a la reelección presidencial, no al bitcoin, no a la militarización, no a la dictadura!», «basta de abusos contra la prensa» y «sin independencia judicial no hay garantías para la defensa de los derechos humanos».