Nathan Aké, defensa neerlandés del Manchester City, salía como titular en el primer encuentro de Champions de su equipo ante el Leipzig. De hecho, suyo fue el gol que abrió la lata en la goleada en el Etihad Estadium (6-3) con un soberbio remate de cabeza. Pero al poco de marcar el primer gol sucedió una noticia desgraciada para el jugador: su padre falleció pocos minutos después tras una una dolencia que «no había tratamiento posible«, tal y como aclaró en sus redes sociales.
«Las últimas semanas han sido las más duras de mi vida, mi padre ha estado muy enfermo y no había tratamiento posible. Tuve la suerte de tener mucho apoyo de mi prometida, mi familia y mis amigos.
Ayer después de un momento difícil marqué mi primer gol en la Champions League, y solo unos minutos después falleció con mi mamá y mi hermano a su lado, en paz. Tal vez estaba destinado a ser, verme jugar siempre lo enorgullecía y lo alegraba. Sé que siempre estás conmigo, siempre estarás en mi corazón y este fue para ti papá.»
