Ante la falta de servicios sanitarios en las instalaciones de la aduana del Amatillo para personas que entran y salen del país, no queda más que alquilar una «letrinas» a las afueras.
Las penosas condiciones de la aduana ni siquiera permiten tener baños públicos para los connacionales o extranjeros que llegan y salen de nuestro territorio.
Los triste es que los espacios habilitados apenas reúnen las condiciones para llamarlas letrinas y aunque los responsables tratan de mantenerlas aseadas, no son los mejores lugares para hacer sus necesidades fisiológicas.
Aparte de ello, el cobro por el uso de los «inodoros» es de 10 lempiras.