Desde que Karim Benzema recibiera el indulto de Deschamps, se ha podido ver que la relación del madridista con Kylian Mbappé es muy fluida. Juntos en los entrenamientos y siempre tratando de conectar sobre el terreno de juego. Ante Bosnia se pudo observar una vez más y Griezmann quedó en un segundo plano dentro del tridente en términos de conexión. Aunque marcó el único tanto francés (1-1 final) a centro de Mbappé, no logró conectar con Karim y Kylian.
Tras el encuentro, al madridista se le preguntó por el Bondynois y el lionés lo tuvo claro: «Mbappé y yo nos llevamos muy bien dentro y fuera del campo, y es evidente que me gustaría que estuviera conmigo en el Real Madrid, que es el mejor equipo del mundo, pero hay que respetar a su club». No ha sido un partido cualquiera, puesto que era la primera ocasión en la que Kylian se vestía de corto tras el culebrón de su frustrado fichaje.
El Madrid forzó, llegó a ofrecer 200 millones de euros, y el atacante lo agradeció, de ahí que tenga claro que su futuro está en el Paseo de la Castellana: rechazó una oferta de renovación astronómica de 45 millones de euros netos al año que le hubiera convertido en el mejor pagado del PSG, por delante de Messi y Neymar. Las señales son claras y Benzema quiso tranquilizar a la hinchada, lanzando una afirmación contundente para completar sus declaraciones: «Estoy seguro de que un día jugará en el Madrid».
