Actualmente los productores de piñatas reportan ventas abajo del 50 por ciento, sin embargo, en una de las calles insignias de Tegucigalpa, conocida precisamente como «la calle de las piñatas», aún existen negocios que fueron crearon desde hace 29 años.
“Antes de la pandemia uno se preparaba con 2, mil o 3, mil piñatas, hoy no tenemos esa cantidad, no podemos invertir”, manifestó una de las creadoras de piñatas.
A la vez, este rubro del que se sostienen miles de familias y consiste en un arte, ha enfrentado también aumento en los costos de producción, según manifiestan los productores.