«Mi hermano era una alma de Dios que no se metía con nadie», fueron las palabras de la hermana de una de la victimas de la masacre de Ilama en Santa Bárbara.
«Ay ya no aguanto, mi hermano no se metía con nadie esto le pasó por andar con la persona equivocada», repitió la mujer que a la vez agregó que la otra victima, Marlon Garay, había sido capturado el lunes por portación ilegal de armas y en este momento que lo dejaron en libertad lo llamó para que vinieran a traerlo.
La mujer tendida sobre el cuerpo de su hermano, Jorge Adalid Peña, lloraba de manera inconsolable.