Las autoridades de la capital francesa de París están obligando a los conductores a reducir la velocidad, estableciendo un límite de velocidad en casi todas las carreteras de la ciudad, en un intento por reducir la contaminación y mejorar la seguridad vial.
¿Pero funcionará? Hay dudas sobre si la regla, que limita a los conductores a 30 km/h, realmente reducirá la contaminación. Algunos críticos dicen que empeorará los atascos de tráfico en las horas punta de la ciudad e incluso podría aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Eso dependerá en parte de si los conductores están tan hartos del límite de velocidad que eligen viajar de otras formas.
Para disuadir aún más a los conductores de llevar vehículos a la ciudad, las autoridades también se están deshaciendo de 60 mil de los 144 mil espacios de estacionamiento de París en las vías públicas para hacerlos “más accesibles para todos”. Algunas aceras se ampliarán, lo que permitirá