El famoso MC Dinero dijo que el dinero es dinero y, de alguna manera, eso es cierto, pues a nadie le molesta llevar en su cartera algunas monedas de más, ya que nunca se sabe cuando serán necesarias. Sin embargo, a algunas personas no les agrada llevar consigo monedas, al contrario, prefieren ahorrarlas y solo llevar a su lado tarjetas o billetes.
Esto fue precisamente lo que hizo un hombre originario de China, quien prefirió ahorrar cada moneda en vez de llevarlas consigo, logrando acumular la nada despreciable cantidad de 51 mil yuanes (equivalentes a 159 mil pesos mexicanos). Pero lo sorprendente de esto no es la suma acumulada, sino que llevó todas sus monedas a una concesionaría para comprar un automóvil en efectivo.
Los hechos ocurrieron en Zhoukou, China. Medios locales reportaron que el hombre llegó a la concesionaría para negociar con uno de los empleados, pues quería comprar un automóvil para su hijo y este debía ajustarse a su presupuesto, cantidad que se trataba de los ahorros hechos en los últimos años. Cuando obtuvo lo que quería, el hombre se dirigió a su auto y sacó 17 costales de harina repletos de yuanes (moneda china).
Sorprendidos pero como todos unos profesionales, los empleados del lugar y el gerente en turno se dieron a la tarea de contar cada yuan. En total, se necesitó la ayuda de 20 personas y un tiempo de tres horas continuas para confirmar que el hombre les estaba pagando 51 mil yuanes (equivalentes a 159 mil pesos mexicanos).
Un padre en China pudo pagar un automóvil para su hijo usando solo monedas de bolsillo. El hombre entró al concesionario con 17 bolsas de monedas por un total de 51 000 yuanes (159 mil pesos mexicanos). Se necesitaron 20 empleados y más de tres horas para contarlo todo, pero se fue con el automóvil cuando todo estaba dicho y hecho.
Los hechos fueron grabados por empleados del lugar y fueron compartidos en redes sociales a través de un pequeño clip que se viralizó en pocos minutos.
Además, de acuerdo a un medio local, unas de las empleadas dijo que esto había sido toda una experiencia, pues había visto en internet videos de señores que pagaban productos de altos costos con puras monedas, pero ella nunca esperó pasar por lo mismo. Bueno, por lo menos a estos chicos, su turno de trabajo se les fue como un suspiro, pasaron un tiempo entretenido y tanto ellos como el comprador ahora tienen una divertida anécdota para contar a sus nietos.
