La rama afgana del Estado Islámico (ISIS), que se autodenomina Estado de Khorasán (ISIS-K), se adjudicó los atentados suicidas registrados en el aeropuerto de Kabul, con al menos 60 muertos y 140 heridos, en su mayoría afganos que trataban de subir a algunos de los vuelos de evacuación de los países aliados, que también sufrieron víctimas entre sus filas. Entre las víctimas mortales hay 13 militares, confirmó el Pentágono.
El doble ataque suicida ocurrió hoy después de días en los que los gobiernos de varios países habían alertado de la posibilidad de atentados en el aeropuerto, donde miles de personas trataban entre empujones de acceder a alguno de los vuelos de evacuación desde la toma de la capital afgana por los talibanes el pasado 15 de agosto.
Las explosiones ocurrieron a media tarde, y pronto se divulgaron en las redes sociales imágenes de decenas de cuerpos ensangrentados y mutilados en un canal con agua situado en la periferia del aeródromo, donde muchos civiles llevaban días intentando que las fuerzas de seguridad se apiadasen de ellos y les permitieran entrar.
“Más de 60 personas murieron y otros 140 resultaron heridas”, aseguraron a EFE fuentes oficiales, que pidieron el anonimato. Además, apuntaron, la mayoría de los heridos que están recibiendo atención médica “se encuentran en estado crítico”, por lo que el número de fallecidos podría aumentar en las próximas horas.
De acuerdo con lo que había dicho el general de EEUU, Kenneth F. Mckenzie, 12 militares estadounidenses murieron: 11 marines y un médico. Más tarde, el número subió a 13. Además, 15 soldados resultaron heridos.