Maestras preocupadas por la educación de los niños que habitan en Petare, una de las barriadas más pobres de Venezuela, abrieron las puertas de sus casas para educar a los menores en medio del cierre de escuelas, empujado por la covid-19, que ya suma más de un año y el difícil acceso a internet.
La iniciativa, que comenzó hace varios meses y que cobra cada vez más fuerza, fue impulsada por las dificultades que comenzaron a tener los niños para continuar con sus estudios, luego de que se decretara el cierre de escuelas para evitar el aumento de contagios del coronavirus. Tomado de EFE