Tener acceso a una educación digna podría parecer sencillo pero no lo es. Sin embargo, hay estudiantes que se esfuerzan el doble para alcanzar sus sueños, combinando trabajos de medio tiempo con estudios y tareas que pueden llegar a dejarlos sin tiempo para sí mismos.
Prueba de ello es Cleverson Carlos de Azevedo Silva, de 22 años y originario de Brasil, quien para costear los gastos de su carrera en Biomedicina trabaja por las mañanas como barrendero, situación que lo ha llevado a ser discriminado y criticado por cientos de personas, a las que él ha dado una lección con sus respuestas.
Carlos se ha enfrentado a todo tipo de comentarios solo por trabajar como barrendero. Esto lo llena de enojo, tristeza y frustración, no por lo ofensivo que puedan llegar a ser las palabras, sino porque las personas hablan de los barrenderos como seres inferiores y no es así.
Ellos también se esfuerzan por salir adelante y dan todo de sí para ser su mejor versión y alcanzar sus sueños.
‘¿Haces Biomedicina y eres limpiador de calles?’. Me sentí ofendido, quiso decir que los limpiadores de calles no pueden hacer nada. Me dolió mucho, más aun por ser un amigo cercano quien lo dijo. Me bloqueó. Aún no se ha disculpado ni nada, pero nunca escuché que un médico nace médico, hay que empezar desde abajo, un paso a la vez.
A pesar de los comentarios mal intencionados, Carlos se mantiene orgulloso de su esfuerzo, ama su trabajo y todo el dinero que logra obtener de él lo utiliza en pagar sus estudios y en ayudar a sus padres en casa.
Estoy orgulloso de ser barrendero. Recibí muchos mensajes de apoyo diciéndome que continúe estudiando, que mi futuro será brillante. Voy al segundo semestre, estudio de noche y trabajo de día. Puedes sobrellevar los dos, pero es difícil.
Su dedicación se verá recompensada con el paso del tiempo y es seguro que será un buen médico, sino es que el mejor de su país, pues su vocación es inigualable.