Cuando juega la selección el país se paraliza: todo el que puede deja de hacer lo que tenga que hacer y se instala frente al televisor. Pero algunos tienen que seguir trabajando, como este delivery, que iba mirando el partido de a ratitos entre entrega y entrega.
Porque la final de la Copa América, un sábado por la noche, era ideal para la reunión de amigos, no más de 10 por la pandemia, y la picada, las empanadas o la pizza. Y nadie se va a poner a preparar nada: hacen un pedido a domicilio y esperan cómodamente sentados.
Esto se multiplicó en miles de hogares, pero uno en particular se volvió viral por su festejo. Un grupo de amigos se había reunido y estaba frente al televisor palpitando minuto a minuto con la selección. Decidieron pedir algo para comer, y el delivery llegó con la comida.
El motoquero se quedó en la puerta, espiando la pantalla, porque faltaba muy poco para que terminara el encuentro. Y el dueño de casa, agradecido de que le hubiera llevado el pedido aún en ese momento crucial, lo invitó a pasar.
“Que se quede, que se quede”, decían los amigos animando al joven trabajador. Y el muchacho entró a mirar de más cerca. La escena fue grabada por uno de los presentes, que la publicó luego entre la catarata de mensajes celebratorios por la victoria de Argentina. Pero el posteo no pasó inadvertido: rápidamente se volvió viral por lo inusual de la situación.
La grabación llegó a Instagram, y de allí se popularizó rápidamente en Twitter, donde el usuario Hernán Moyano la compartió y opinó: “El delivery se quedó a festejar. Este es el mejor país del mundo”.
En las imágenes, el grupo de amigos se funde en un abrazo al escuchar el pitido final, y el delivery está mezclado entre ellos como uno más. “Con el delivery y todo, te amo Argentina”, se lee sobre el video.
Los usuarios de las redes comentaron emocionados de ver cómo el fútbol une y nos hace amigos a todos. “El pibe del delivery es un crack y lo abrazo con el corazón”, dice un mensaje, valorando que el joven trabaje durante el partido. “Esto solo pasa en Argentina”, agrega otro. El hilo de Twitter se prolonga con cientos de comentarios que destacan que estas cosas pasan sólo en nuestro país.
Sin embargo, nunca falta el hater que tiene algo para criticar. Uno de los poquísimos comentarios en contra se queja de que el grupo de amigos no tuvo la delicadeza de pedir la comida en otro momento. Pero la respuesta a esta queja fue muy elocuente: “Para los que se quejan del pedido, creo que para el muchacho delivery le resulta más anecdótico para sus nietos haberlo festejado así que encerrado en su laburo”, escribió un usuario.
Seguramente el joven debió volver a sus tareas, pero lo debe haber hecho mucho más contento al haber compartido la alegría del triunfo, aunque sea con desconocidos, como pasa en la cancha, en el obelisco, y anoche, en todas partes.
